En estos primeros dias en los que
el tiempo ya no nos permite salir con tranquilidad a la carretera, y con el
invierno a la vuelta de la esquina toca hacer la planificación de la temporada
que viene.
Aunque parezca mentira, son unos
días muy importantes para conseguir nuestros objetivos la temporada que viene,
porque una buena planificación nos hará llegar en óptimas condiciones a los
objetivos que nos hayamos marcado con una X en el calendario.
En este humilde blog, tal y como
indica su nombre, vamos a marcar esa X en la celebración de la quebrantahuesos.
Es decir, nuestra preparación va a girar en torno a llegar a esa fecha de
finales de junio en la mejor condición posible. Ello nos conllevará, por tanto,
a que, si tenemos otras cicloturistas en mente, tengamos que pensar en ellas
como un entrenamiento, un test, una prueba de campo o incluso un objetivo
(secundario, pero objetivo) según nuestra planificación.
La idea de una temporada “básica”
de ciclismo se basa en crecimiento gradual y sostenido de nuestra preparación
física que alcanza su máximo en nuestro objetivo, para posteriormente ir
decreciendo nuestra condición física poco a poco para afrontar el periodo
preparatorio.
Fig.
1 Esquema básico de nuestro estado de forma según la época del año
La planificación puede variar
muchísimo según el tipo de objetivo de la temporada ya que, por ejemplo, gente
que compite debe estar competitivo en marzo esta planificación no le serviría,
así como gente que quiera ser competitivo en verano, o incluso gente que se
proponga dos objetivos diferenciados en el año. Asimismo, gente con mucho nivel
y años practicando ciclismo pueden plantear una planificación más o menos
agresiva en función de la experiencia adquirida.
Vamos a plantear, por tanto, una
planificación “básica” de la temporada para la preparación de la
quebrantahuesos y para gente que empieza en el ciclismo, o que aún siendo
deportistas activos, el mundo del ciclismo les coge nuevos o con poca
experiencia.
Como vemos en la fig.1 en los
meses de noviembre y diciembre es donde nuestra forma física para la práctica
del ciclismo puede estar más baja, bien por haber salido poco con la bici,
dejarnos de lado en los hábitos alimenticios o simplemente, haber hecho
cualquier deporte que nos guste excepto el ciclismo.
A los meses de noviembre y
diciembre los llamaremos los meses de “base”. La idea es tan básica como en la
construcción. Si creamos una buena base, con cimientos fuertes y que soporten
gran carga que luego se le añadirá, se mantendrá durante todo el año. Si no la
creamos bien, puede que llegue un momento que la base no soporte toda la carga
y ceda o rompa por algún lado.
En nuestro caso es exactamente
igual. Estos dos meses serán dos meses que deben de preparar bien al cuerpo al
stress que le vamos a someter este año para mejorar nuestra condición física.
El primer aspecto es la condición física general: todo el mundo tiene en la
mente a los ciclistas que corren el Tour de Francia como son literalmente un
esqueleto que a partir de la cadera hacia debajo tiene los músculos de las
piernas bien definidos y sin grasa. Eso es debido a que durante el año los
entrenamientos de ciclismo nos harán gradualmente mejorar nuestros músculos del
tren inferior, pero el tren superior, se irá quedando más fino.
Por tanto, uno de los objetivos
de este periodo de base será un acondicionamiento físico de todo el cuerpo en
el gimnasio: muscular y fortalecer el tren superior para adecuarlo para una
temporada dura. Igualmente, el tren inferior tendremos que trabajarlo para
ganar fuerza y potencia. Como complemento al gimnasio, si nos gusta practicar
otros deportes esta será la época para hacerlos, ya que ayudarán a mejorar
igualmente la condición física general.
Al igual que a nivel muscular
debemos crear un cuerpo fuerte y capaz, el otro objetivo de este periodo será
acostumbrar al cuerpo a hacer kilometros y horas encima de la bici para que a
nivel muscular, empiecen a crearse las fibras necesarias para hacer eficiente
el pedaleo y esos músculos del pedaleo empiecen a ser igualmente más
eficientes. Estas salidas con la bici deben de ser a un ritmo tranquilo pero
que no debemos de confundir con paseo. Si disponeis de pulsómetro, deben de ir
en torno al 65% de nuestra fc máx; es decir, mantener una conversación cómoda
pero a la vez notar que con el paso de los kilómetros los musculos van notando
la fatiga.
En definitiva, en este período
nuestro objetivo es conseguir preparar una buena base para que el cuerpo sea
capaz de asimilar bien las cargas de trabajo que empezarán en enero y a partir
de abril serán mucho más exigentes.
Os emplazamos para el siguiente
post, en el que os pondremos una tabla de entrenamiento que os podría servir
para el mes de diciembre y así enfocar esta temporada tan importante con
nuestro asalto a la temible quebrantahuesos!!.
Esperamos vuestros comentarios